Salvador Allende

Discurso en la Plaza de Armas de Concepción


Pronunciado: El 14 de marzo de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 4 de febrero de 2016.


(Pueblo de Concepción, muy queridas compañeras y estimados compañeros (Aplausos, gritos y vítores).

(Solicito de los compañeros sobre todo de los jóvenes la suficiente tranquilidad para escucharme, porque no quiero hacer un discurso sino exponer antecedentes que estimo debe preocupar a todos los trabajadores y fundamentalmente a aquellos que se dicen revolucionarios. Aplausos y gritos)

Estimados compañeros dirigentes de la Central Única de Trabajadores y de la Federación de Estudiantes:

Vengo llegando del Norte de Chile. Traigo para Uds. el mensaje que nace en el salitre, se proyecta en la pampa, asciende al cobre y baja hasta el litoral. Vengo del Norte Grande, de la tierra dura y aparentemente inhóspita de ese rincón de la Patria que ha entregado tantas y tantas riquezas a Chile y que ha dado una conciencia de lucha y de combate a los trabajadores chilenos.

Vengo de la tierra de Luis Emilio Recabarren (Aplausos). Me interesa señalar, cuán grato fue para mí hablarle al hombre del Norte del trabajador de Concepción. Pude palpar con qué ansiedad, con qué inquietud, con qué patriótico interés escuchaban lo que yo les decía en torno a Concepción: su progreso industrial, la conciencia de sus campesinos, la pujanza de su proletariado industrial, la voluntad rebelde de su juventud.

El hombre del Norte supo entender por qué es este el Gobierno que ha hecho posible la integridad de Chile, en la gran tarea nacional de lograr un mayor progreso y elevar las condiciones materiales y espirituales de existencia de las grandes masas postergadas de nuestro país.

Por eso, fue que visité el cobre y pude comprobar el extraordinario aporte que la Universidad del Norte, con los técnicos rumanos y los técnicos chilenos de CODELCO habían hecho, para cambiar la mezcla de los hornos y producir cobre utilizando un derivado del salitre, rebajando un 50% los costos y elevando la producción.

Junto con expresar mi reconocimiento al esfuerzo de los técnicos chilenos, debo señalar que, a lo largo de tantos años, los que tuvieron en sus manos la riqueza fundamental de Chile los imperialistas no habían sido capaces de crear un Instituto Tecnológico. Con la cooperación de un país socialista en dos meses de trabajo se creó un procedimiento que requiere de otras riquezas chilenas que puede hacer revitalizar el salitre y aumentar la producción de cobre. (Aplausos).

Yo les contaba, como respuesta a la Universidad del Norte, que aquí también la Universidad de Concepción, con una clara visión de lo que deben ser las Universidades vinculadas a los cambios, a lo procesos de transformación, Universidad enraizada a las esperanzas del pueblo, me había invitado para que viera las experiencias que se están realizando, para extraer proteínas del poroto de soya, vale decir, dar un paso significativo en la posibilidad de alimentar mejor al niño chileno y a nuestro propio pueblo. (Aplausos).

Por eso, puedo decirles a Uds. que allá en el Norte entendían lo que significa la ampliación de la producción del acero y de la Petroquímica. Y supo el Norte del plan extraordinario de Talcahuano y de los edificios escolares para esta provincia. Supo el Norte que el Gobierno Popular en cada región de Chile recurre a las fuerzas propias de cada zona para aprovechar su capacidad y su experiencia y sobre la base de ella integrar el plan nacional, que es indispensable que cada hombre y cada mujer de la Patria lo asimile, porque como lo he dicho tantas veces, sólo romperemos la dependencia económica, cultural y política sobre la base de un pueblo organizado, consciente del espíritu histórico que debe impulsar nuestra acción, un pueblo capaz de generosidad, esfuerzo y sacrificio, un pueblo auténticamente revolucionario no en las palabras sino en la actitud y en la voluntad creadora. (Aplausos).

Antes de salir de Antofagasta, antes de abandonar esa ciudad miles y miles de antofagastinos se reunieron en una concentración multitudinaria como ésta.

Allí anuncié que así, ahora, dos o tres a lo sumo, después de tres tentativas infructuosas me había llamado el señor Presidente de Argentina, para señalarme que el pueblo argentino, el Gobierno y él me decían que el desahucio del tratado de 1902 no podía implicar la más leve inquietud ya que era la decisión de Argentina, su Gobierno, su Presidente y su pueblo afianzar los caminos jurídicos para cualquiera dificultad que pudiera suscitarse entre Chile y Argentina, y para reafirmarme que el pueblo y el Gobierno argentinos estaban conscientes de que en el arbitraje del Beagle el método y el camino usado tendría que mantenerse, dando de esta manera Argentina y Chile una gran lección al mundo, pues buscaban en el camino de la equidad, de la ley, la solución a sus problemas. Con eso demostraban la fraternidad y la hermandad de los pueblos de este continente. (Aplausos).

Sin embargo, este hecho de trascendente significación no ha sido comentado por la prensa opositora, aquella misma que ya había lanzado -profusamente‐ la especie de las dificultades que tendríamos que resolver frente al desahucio, al que tenía derecho Argentina por el tratado de 1902.

El Presidente Lanusse me agregó que el Canciller argentino, señor Pablo de Pardo, vendría a Chile antes que venciera la fecha, el 22 de septiembre de este año, en que terminaba el tratado. Él tenía la seguridad de que Chile y Argentina firmarían un nuevo tratado con las mismas garantías para resolver nuestros problemas, en el futuro, si ellos se presentaban. (Aplausos).

Por eso, abandoné el Norte. Llegué el sábado pasado a la capital. Desde el Aeropuerto fui al Estadio “Nataniel”. Fui a saludar a la juventud chilena que ese día celebraba la terminación de los Trabajos Voluntarios.

¡Con qué orgullo escuché la cuenta que significaba que 70 mil jóvenes se instalaron a lo largo del país, para cumplir tareas concretas! ¡Algunos reforestando y llegando a la Pampa del Tamarugal o a los faldeos cordilleranos!

Los otros, bajando al litoral para estar junto a los pescadores artesanales y cooperar a su tarea.

Muchos y muchos abriendo caminos, y otros afianzando la posibilidad del riego, al crear las reservas necesarias para utilizar las aguas en el momento oportuno.

En todas partes con un nuevo espíritu, la juventud chilena estuvo presente en hechos concretos, que han significado un aporte muy serio a la producción.

Cientos estuvieron en las pequeñas minas y otros en los grandes minerales. Puedo señalar que solamente el aporte económico ha significado en la producción minera más de dos millones y medio de dólares.

Pero, ha tenido mucho más valor el que la juventud chilena se vinculara en los Trabajos Voluntarios a los obreros a los empleados y a los campesinos. Sobre todo, que aprendieran de los obreros y campesinos, de la vida ruda de ellos y la experiencia que enseña esa dura vida.

Por eso, al saludarlos rendí especial homenaje a las muchachas chilenas, quienes con ternura y valentía estuvieron junto con sus compañeros; expresé que ahora, más que nunca, estaba históricamente soldada la unión entre estudiantes, obreros y campesinos para el esfuerzo solidario de construir el Chile de mañana. (Aplausos).

Después de haberme reunido ayer con los Jefes de Partidos de la Unidad Popular para analizar los planteamientos definitivos que nuestros delegados llevarán al “Club de París”, y dar a conocer lo que Chile piensa sobre lo que debe ser el acuerdo que permita a nuestro país cumplir los compromisos contraídos por Gobiernos anteriores, para señalar que nuestro firme propósito es pagar. Raro, que al mismo tiempo reclamamos, pedimos y señalamos que para poder cumplir estos compromisos se necesita la comprensión internacional.

Nosotros rechazamos que se pretenda imponernos un stand by que en el hecho significa controlar la política interna de inversiones, de sueldos y salarios.

Estamos llanos a informar, a dar antecedentes sobre el desarrollo económico de Chile. Pero nosotros pedimos, honestamente, facilidades para pagar compromisos contraídos por otros gobiernos, pero, al mismo tiempo señalamos que no estamos transando la dignidad de Chile y la necesidad imperiosa de nuestro pueblo de alcanzar mejores niveles de vida y existencia. (Aplausos).

Por eso, cumplida esta tarea ayer, hoy estoy de nuevo con Uds. queridas compañeras y queridos compañeros de Concepción. He venido a inaugurar y estar presente en un hecho trascendente para esta ciudad: la creación del Centro Educacional “Rey Balduino”.

Obra hecha con el generoso aporte económico y técnico del pueblo belga, su Gobierno y su ley, la Universidad “Federico Santa María” y CIDERE de Concepción, He señalado la importancia que tiene, el hecho de que allí vayan a prepararse cuadros obreros especializados y cuadros medios que serán los conductores del proceso productivo en que está empeñado nuestro país.

De la misma manera, y lo he dado a conocer: ese plantel que se incorpora como expresión solidaria de un pueblo Europeo hacia nuestro pueblo, viene a fortalecer la política del Gobierno Popular en materia educacional.

Debo, pues, entregar al conocimiento de Uds. algunas cifras, porque el pueblo debe conocerlas y no olvidarlas.

La política educacional del Gobierno del Pueblo, señala, en la formación de cuadros medios, que hemos llegado a los siguientes niveles: 302 mil jóvenes el año 1970; esto se aumentó a 366 mil el año 1971, que representa un 21% de aumento. Es nuestro deseo que alcance a 420 mil, o sea, un 15% más este año.

En el año y meses que llevamos en la tarea para este año, puedo decir con satisfacción profunda que la matrícula en los sectores medios ha aumentado en cerca de 100 mil alumnos más.

Dentro de la Enseñanza Media se destaca la enseñanza técnico‐profesional. En 1970 la matrícula era de 100 mil jóvenes, el año 1971 subió a 127 mil; con aumento cercano al 28%.

Para 1972 hemos programado 150 mil matrículas, lo que significa un 19% más.

Si tomamos en cuenta el aumento de las matrículas universitarias, puedo decirle desde aquí al pueblo de Chile, desde Concepción y frente a su pueblo, que la matrícula total universitaria sobrepasa los 100 mil jóvenes y ya he dicho que el Área Técnica llega a 150 mil. Es decir, esto significa 250 mil jóvenes siguiendo carreras técnicas. Ese es el contingente que vendrá a reforzar en los niveles superiores y medios los cuadros que administrarán el desarrollo económico en este país.

¡Con qué profunda satisfacción, puedo señalar que venciendo todas las dificultades, hemos ampliado las matrículas, porque pensamos que Chile necesita más muchachos estudiando.

Porque pensamos que Chile necesita más obreros capacitándose. Porque una vez más debo decir que un pueblo progresa estudiando más, trabajando más, produciendo más: pilares auténticos en que se defiende la conciencia y la realización revolucionaria! (Aplausos).

Por eso, al llegar a Concepción me he preocupado de tres problemas que me inquietaron bastante antes de partir de aquí, hace ya más de 3 semanas. Me inquietaba el abastecimiento de los medicamentos. He podido conversar con los Jefes responsables del Servicio Nacional de Salud. Y he podido comprobar que ya ha quedado demostrado el esfuerzo del Gobierno para posibilitar el funcionamiento normal y abastecer al pueblo de los medicamentos necesarios, sobre todo, ampliando el Formulario Nacional, que tiene un costo muy inferior. Y con la colaboración de médicos y profesionales farmacéuticos esta inquietud que pesaba sobre Concepción, por los antecedentes que se me han proporcionado significa que el pueblo entiende que más que nada ha sido sólo un proceso de presión sicológica, pero que está asegurada y garantida la defensa de la salud de la población chilena. (Aplausos).

De la misma manera la Universidad de Concepción me había planteado a través de su Rector y el Vicerrector el interés que tenían de ampliar las matrículas. Hoy he conversado con ambos y puedo abreviando esta parte de mi intervención señalar que en la Universidad de Concepción se ha ampliado extraordinariamente la matrícula. De 4.300 alumnos ingresados el primer año en la Universidad esta cifra alcanzará este año a 7.000 lo que representa un incremento cercano al 65%. Se han creado alrededor de 30 nuevas carreras, fundamentalmente, carreras cortas que puedan absorber el mayor número de muchachos para que sean también, factores dinámicos de la producción.

Con cuánta razón el Embajador de Bélgica decía hoy en la mañana que era fundamental que la juventud entendiera que mejor que ponerse una corbata, detrás de un escritorio burocrático, era estar en el frente de la producción, trabajando junto con los obreros por el progreso del país. (Aplausos).

También me preocupé y quiero comunicarlo, porque es indispensable que se entienda la situación que existe, sobre todo, en algunas industrias, en relación con la Higiene Industrial.

Cuando el Gobierno permanecía aquí, en Concepción visité la industria COSAF, allí pude percatarme de las condiciones en que laboran los trabajadores: carencia de agua, por lo tanto, deficiencia brutal de los servicios higiénicos; ambiente tóxico, lo que significa peligro para la salud de los trabajadores.

También es cierto que se me habló de los costos de producción, pero, también es cierto que sostuve que para mí y para el Gobierno Popular que presido, es fundamental cooperar y ayudar a las empresas para aprovechar mejor las riquezas esenciales del país. Pero ha llegado el momento de entender que lo más valioso de un país es su capital humano.

No queremos nuevas empresas levantadas sobre restos de pulmones consumidos por la silicosis y la antracosis.

Defendemos el capital humano, defendemos a los obreros de Chile, porque esa es su mejor riqueza, desde el punto de vista humano, desde el punto de vista social y desde el punto de vista económico: que es el último valor que nos interesa. (Aplausos).

Por eso, he quedado satisfecho con las explicaciones que se me han dado frente a las medidas de urgencia que deberán tomarse para que esa industria, y el resto de las industrias incorporen, a través del Servicio Nacional de Salud, departamentos orientados por éste para la Higiene Industrial y la Medicina del Trabajo. Son aspectos sociales que sólo un Gobierno Popular tiene interés en crear y en desarrollar, y los obreros tienen la obligación de preocuparse de ello.

Estos son en rasgos generales, los problemas que yo quería reseñar en torno al Norte, en lo ocurrido en las breves horas que estuve en Santiago y en lo que he podido percatarme de las que llevo aquí junto a Uds.

Pero, en el Norte en las horas breves de Santiago y las que llevo aquí, siempre está frente a mí la imagen de una campaña intencionada, que se agiganta, que se desfigura, que se disimula, pero, que es indudablemente un proceso implacable de ataque al Gobierno. Un proceso en donde apunta la decisión de algunos sectores de ir más allá de la actitud opositora, que contemplan la Constitución y las leyes, de avanzar por el terreno de la provocación y el terreno inclusive de la probable sedición.

Primero, una campaña tenaz, para hacer creer que el Gobierno se apartaría de la Constitución y de la ley si acaso no aceptaba que el Congreso, por simple mayoría, pudiera insistir en los artículos que el Gobierno vetaría en la Reforma Constitucional.

El Gobierno se saldría de la Constitución y la ley si acaso nosotros recurríamos al Tribunal Constitucional para que dirimiera en la diferencia de apreciación entre el Congreso y el Ejecutivo.

He sostenido reiteradamente que defenderé la aplicación irrestricta de las normas constitucionales; que agotaré todos los caminos para hacer respetar los derechos que tiene el Presidente de Chile en el régimen que preside; que evitaré por todos los caminos, que se busque la manera de burlar las disposiciones constitucionales que afianzan la institucionalidad chilena y que le da la fuerza que este Gobierno tiene para realizar los cambios revolucionarios que le he dicho al pueblo que va a realizar. (Aplausos).

Esa campaña ha declinado frente a la conciencia que se ha hecho a través de la publicación del pensamiento jurídico del Gobierno.

No hemos entrado en conciliábulos y no queremos crear dificultades artificiales, pero, en todo caso, sobre la defensa de las prerrogativas presidenciales y el respeto a ellas podremos entrar a buscar una solución que permitan el respeto a las grandes líneas que el Gobierno ha trazado, para posibilitar el Área Social de la Economía y la participación auténtica de los trabajadores en la dirección de las empresas. (Aplausos).

Estando en Antofagasta ya apuntó en los diarios de esa localidad (debo señalar que en Antofagasta está “El Mercurio”, que pertenece a la misma empresa asentada en Santiago; los tres diarios publicados en la provincia son de la empresa “El Mercurio”) toda una campaña violenta, amenazante, soberbia que apuntaba contra el Ministro de Economía, acusando a Pedro Vuskovic, de haber sobrepasado la autoridad y la voluntad presidencial; diciendo que el Ministro había engañado al Congreso, y que pretendía estatizar administrativamente la 91 empresas dadas a conocer al país, que a nuestro juicio deben pertenecer al Área Social de la Economía.

La verdad es otra: El Ministro Pedro Vuskovic, mi estimado amigo y compañero aquí, presente ha querido, (Aplausos) que sea yo quien hable una vez más frente al pueblo esta tarde.

Lo que él ha hecho es cumplir con la orientación general de este Gobierno. Y desde aquí notifico, con calma, mascullando las palabras, con absoluta tranquilidad. Que lo sepan: lo que ha hecho el Ministro, es una obligación de un Ministro de un Gobierno Popular y Revolucionario.

El Ministro ha combatido el alza indebida de precios, al margen de la autorización del Ministerio de Economía. El Ministro ha impedido la utilización de aceite comestible en la elaboración de pinturas, cuando un pueblo reclama el aceite y lo necesita. El Ministro ha impedido el acaparamiento de vestuario y elementos fundamenta les para la vida de los trabajadores. El Ministro seguirá en esta misma línea, que es la línea del Gobierno, combatiendo implacable y denodadamente: la especulación, el abuso y el agio. Continuará defendiendo la vida del pueblo y el derecho del pueblo chileno. (Aplausos).

Combaten a Pedro Vuskovic, porque ha buscado contacto, sobre todo, con las compañeras, en las poblaciones. Porque ha ido a decirles, cuáles son los problemas reales de desabastecimiento en algunos artículos y la razón de ellos; porque ha ido a enseñarles la manera de cooperar y no de combatir al comerciante minorista y porque ha ido a decirles que la propia mujer, es quien tiene la responsabilidad de organizarse en las Juntas de Abastecimientos y Precios.

Por eso, combaten al Ministro. Lo combaten porque también ha ido por petición expresa mía, como he ido yo a los Centros Industriales más importantes. Como fui al cobre para decirles a los trabajadores, que tenían que distinguir entre la vieja política de los reajustes, entre el viejo criterio economicista, entre la tentativa de volver a las malas prácticas del “tejo pasado”, frente a la responsabilidad que tienen los trabajadores de mirar el proceso del reajuste de sueldos y salarios de ellos, en relación con el proceso el proceso económico general del país.

Lo hemos dicho, y lo seguiremos diciendo: en empresas estatizadas no aceptaremos seres privilegiados frente al resto de los trabajadores. Reajustes justos, reajustes compatibles con el alza de la vida, reajustes que permitan mejorar las condiciones de existencia, pero, de ninguna manera, las empresas estatizadas estarán al servicio de un grupo de trabajadores. ¡Están y estarán al servicio de Chile y al servicio de todos los chilenos! (Aplausos).

Parece que ya ha habido claridad en torno a la actitud del Ministro Vuskovic y del Gobierno. Ya no nos imputan que queremos por la vía administrativa atrapar a 91 empresas, que tarde o temprano, más temprano que tarde, deberán pasar al Área Social de la Economía.

Pero, otra campaña, y quiero que lo oiga bien el pueblo de Concepción, una campaña iniciada antes que yo asumiera la Presidencia de la República. Una campaña tenebrosa, metódica, cotidiana de rumores, de insidia, de cartas anónimas, de panfletos, lanzados permanentemente a los jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas y Carabineros, tratando de crear dudas, respecto al Gobierno, a su decisión patriótica, a su voluntad nacional, haciendo creer en el peligro imaginario, de un predominio sin contrapeso, del Partido Comunista.

Lo he dicho muchas veces, tendré que decirlo una vez más tendré que sostenerlo siempre. Yo soy militante y fundador del Partido Socialista, toda mi vida. Toda mi vida he sido, y seré militante de ese partido a quien le debo lo que soy, lo mismo que al pueblo. Yo no soy Presidente de los socialistas, no soy el Presidente de los comunistas, de los radicales, del API, de los socialdemócratas, ni del PIR. Soy el Presidente de la Unidad Popular: ¡Soy el Presidente de la inmensa mayoría del pueblo de Chile! (Aplausos).

Y, por eso, también, he mirado con respeto y con inquietud, con respeto a la juventud que no estando en la Unidad Popular es juventud revolucionaria, con inquietud, cuando algunas de sus actitudes de pasión juvenil puedan crear problemas que, conscientemente no quisieran hacerlo. (Silbidos). Por eso, no he escatimado mi palabra para dialogar y discutir con ellos. Y, para mí, los silbidos no representan amenazas y tampoco busco Aplausos para afianzar mis convicciones. (Aplausos y ovación).

Me interesa que Uds. vean esto, que es una lección mucho más objetiva. Es el diario “La Segunda” del lunes 13 de marzo. ¡Fíjense Uds.! Primera página: “Declaración entregó el CUP de las Fuerzas Armadas de Valparaíso”. “No hay explicación sobre cajas que llegaron en avión cubano y que dicen que es contrabando de armas”. “Aumenta el misterio del cargamento cubano”, en la página de atrás. “Confirmado: el PC está infiltrado en las Fuerzas Armadas”. “Se tomaron Inspección del Trabajo”. “Estratosférica pérdida de los bancos”. Se refieren a las utilidades de las empresas bancarias.

¡Para qué señalo los títulos interiores!

Este es un diario de la Empresa “El Mercurio” (Silbidos). Este diario, compañeros ‐insisto en que me interesa que la gente pese lo que está pasando en este país‐ es la gota de agua persistente, cotidiana, entregada minuto a minuto, segundo a segundo.

Vean: “Declaración entregó el CUP de las Fuerzas Armadas de Valparaíso”. No dice que son oficiales y suboficiales en retiro. Quieren hacer creer que es un CUP de las Fuerzas Armadas, e inmediatamente: “Confirmado: el PC infiltrado en las Fuerzas Armadas”.

Esto forma parte de un plan que como dije empezó hace mucho tiempo, antes de la campaña eleccionaria y después de la victoria del 4 de septiembre de 1970, campaña, que como tantas veces he dicho, culminó con el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider Chereau.

Los que hablan de democracia, los que hablan de libertad, los que se atreven a sostener que este Gobierno, no respeta los medios de información y de prensa, los que se atreven a decir que nosotros no respetamos todas las ideas, y todos los principios; son los mismos que ensangrentaron la Patria, en la figura del Jefe de las Fuerzas Armadas. Son los mismos que años atrás colocaron al margen de la vida cívica, por ideas, a un crecido número de chilenos, con la Ley Maldita. Son los mismos que hablan que nosotros limitamos los medios de información. Pero aquí está el ejemplo cotidiano de un diario, de una empresa, que es un negocio comercial, más que un informativo. Son los mismos que dictaron la ignominiosa Ley Mordaza. Son los mismos que llevaron a periodistas a Pisagua y a las Islas. Son los mismos que asesinaron a Mesa Bell. Es decir, aquellos que han comerciado con la palabra democracia y que han envilecido la palabra libertad se atreven a acusar a este Gobierno que hace efectiva la democracia tolerando inclusive sus demasías y que acepta el libertinaje porque tiene conciencia de dos cosas: primero, de la lealtad, la responsabilidad, el sentido profesional y patriótico de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile y segundo: de la fortaleza granítica de un pueblo consciente de la defensa de su destino histórico (Aplausos).

Tengo en mi poder una carta recibida hace pocos días, en la cual los banqueros norteamericanos que le prestaron, a una empresa armadora de automóviles, 7 millones de dólares, piden que intervenga, el Gobierno, frente al incumplimiento del Banco Edwards Banco que tendremos que liquidar (Aplausos) defendiendo primero a los empleados para que no queden cesantes incorporándolos al sistema bancario. Y, enseguida defendiendo los depósitos, para no perjudicar a la clientela de ese banco. Vamos a liquidar el Banco Edwards porque no hay otra salida.

Los acreedores de ese Banco los banqueros americanos podrán reclamar, pero deben entender muy claramente ellos que el Gobierno de Chile, no está comprometido, que jamás un Gobierno Popular va a pagar las deudas de bancos particulares o de particulares. El interés de Chile, la honradez del Gobierno, la voluntad revolucionaria no sólo nos impide hacerlo sino que nos obliga a denunciar que el Sr. Agustín Edwards, que huyó de Chile, es el dueño de esa empresa, que miente, insidia y calumnia minuto a minuto, en la tentativa infructuosa de resquebrajar las bases de la Unidad Popular y del proceso político del Gobierno.

No tienen autoridad moral los que reciben la paga de un tránsfuga de la Patria, evadido de ella, cuando debiera estar aquí, para asumir su responsabilidad, frente a los Tribunales de la Justicia del país (Aplausos y ovación).

Por eso, todo, esto es casi de antología. Toda una campaña destinada a hacer creer que en el último avión cubano, venían armas, ¡no sé para quién! Pero, venían armas. Porque venían como otras veces dos grandes cajones.

Hace seis meses llegaron en un avión cubano 4 cajones blancos, de madera sencilla, que parecían por el tamaño urnas.

El hombre que estaba allí en la Aduana preguntó por el contenido de esos cajones. Se le dijo que eran regalos que le enviaban al Presidente de Chile. Insistió e irónicamente dijo: “¿Y no serán bazucas?” Parece que entendía algo en armas.

Los compañeros que fueron a recibir los cajones, se rieron y le dijeron: “aunque son para el Presidente, se los abriremos”. Y así lo hicieron. En cada uno de esos cajones venía un cuerpo humano, desarmable, hecho en el Instituto Audiovisual de Cuba. Un cuerpo humano que no existe en nuestras escuelas, con el que se puede estudiar los nervios, el sistema arterial y venoso. Se puede abrir el tórax y mirar el corazón y los pulmones. Se puede abrir el abdomen y ver todas las vísceras y esos cuatro cuerpos humanos están dos de ellos allá en Puerto Williams, en el extremo austral de la Patria allá dónde hay, esencialmente, Fuerzas de la Armada de Chile afianzando nuestro futuro, y los otros dos están en la Escuela Blas Cuevas de Valparaíso, que fundara Allende Padín, la primera escuela laica fundada hace 100 años, no sólo en Chile sino en América Latina.

¡Ese era el contrabando de armas!

Ahora en un largo cajón, en un cajón más largo venía un pescado que se llama “El Sol”. Le voy a mandar la cabeza recortada a los periodistas de “El Mercurio” para que terminen con “las cabezas de pescado”. (Aplausos).

Piensen Uds. a las tres de la tarde a pleno sol, ante todo el mundo desfilando ¡este tremendo contrabando!

Es cierto que venían dos cajas de este tamaño, más o menos. Uds. ven mis manos. Para que los radioescuchas lo sepan: 60 por 30 centímetros ¿Saben Uds. lo que venía dentro? Helados, helados que me gustan mucho. Me los enviaban mis amigas, las compañeras de la Federación de Mujeres de Cuba. Helados, sobre todo de mango, que no hay en Chile.

Pues bien, les voy a mandar algunas cajas para helarles un poco la pasión antigobiernista, y anti pueblo que destilan todos los días. (Aplausos).

Pero, hay más, todavía, en la prensa. El domingo, en la primera página de “El Mercurio” había un titular que decía: “La Revolución de la Merluza” y adentro un Editorial. En la primera página: fotografías en colores llamativos y adentro un Editorial. Y ese día, hubo otro, porque han hecho muchos editoriales, en un párrafo se expresan de la siguiente manera: (se los leo porque yo creo que es de Antología) “En relación con la merluza y los barcos soviéticos. Según hemos dado cuenta, en sucesivos reportajes de este diario, la población rechaza este producto, porque los procesos a que lo someten le hacen perder su atractivo para la mesa.

Es difícil cocinarlo. No tiene un aspecto gastronómico, atractivo, requiere un trabajo de preparación previa y la razón fundamental, no apetece, no le gusta al consumidor medio. Faltó decir que provocaba estreñimiento, dilatación intestinal ¡y pie plano! (Risas).

Esa es la manera de combatir una iniciativa que hemos considerado necesaria: traer barcos, arrendados, con un costo muy bajo, cubanos y soviéticos, para aprovechar por primera vez las riquezas extraordinarias de nuestro mar. Junto a ellos, un barco científico dotado de todos los elementos técnicos, para hacer un estudio de las riquezas de peces y mariscos de nuestro mar.

Pues bien, ahí mismo, junto a ese editorial, un artículo señalaba el peligro de espionaje de los barcos dotados de grandes instrumentos parecidos ‐y lo dijeron‐ a los que usaron los norteamericanos en Corea del Norte.

En ese barco, que es un barco científico pesquero, van técnicos chilenos del Instituto de Fomento Pesquero e, inclusive, van integrantes de la Armada Nacional.

La cooperación recibida ha permitido que el pueblo pueda obtener un producto higiénico y fácilmente apetecible, con un valor de E° 3,20 el kilogramo, dejándole un 80% de utilidad al carnicero y al vendedor, porque hemos querido estimularlos a ellos, para que en realidad pongan empeño en que el pueblo aprenda a comprar y a consumir los productos del mar.

No se trata de combatir al pescador artesanal. Ellos hablan ahora en defensa del pescador artesanal. Yo le puedo decir al pueblo de Concepción que hace 16 años presenté el primer proyecto de ley para darles previsión a los pescadores y a los pirquineros y que después de 16 años, siendo Presidente de la República, en una ley que creó la Caja de Comerciantes y Transportistas incluí en el veto, la previsión para los pescadores y los pirquineros y la mayoría del Congreso rechazó el veto y hoy no tienen previsión los pirquineros y los pescadores, no por culpa del Presidente, compañero de Uds. sino de aquellos que ahora se acuerdan de los pescadores y los pirquineros cuando los ignoraron como trabajadores, como obreros y como explotados durante más de 150 años. (Aplausos).

Por eso se quedarán, compañeros, con su “revolución de la merluza”. Nosotros seguiremos en la investigación de nuestros mares. Respetaremos, elevando la capacidad técnica del pescador, crearemos, más y más escuelas. Haremos del mar una carrera para tanto y tanto joven nuestro, y llegará el día que, orgullosamente, la bandera de la Patria flameará en los mares de todos los continentes.

Hace años atrás, los chilotes, a golpe de hacha hacían los lanchones donde iban los productos de Chile, a otras regiones.

Mañana, con un esfuerzo nacional, será una empresa naviera del Estado el bastión fundamental del Comercio Exterior y una gran industria pesquera y barcos chilenos, con bandera chilena, pescarán lejos de nuestras costas para traer las riquezas de los mares y entregarles a la necesidad de un pueblo que reclama más alimentos y más proteínas. (Aplausos).

Compañeros, me parece conveniente señalar, con sentido autocrítico, algunas cosas.

El diario “El Mercurio” ha publicado un documentó del Partido Socialista. Declaro que como militante socialista llevaré al Pleno de mi Partido y expresaré mi pensamiento. Pero, señalo la conveniencia que tiene el precisar, con claridad, las ideas de un Partido Revolucionario, en torno a la táctica y la estrategia, que se comprometió frente al pueblo, a seguir.

No basta a mí juicio distanciar viejos conceptos de doctrinas, de principios que son básicos y elementales, que están a la mano en cualquier libro teórico.

Lo importante es aplicar esos conceptos de tácticas en función de la realidad de un país.

Nosotros no podemos dar pábulo a torcidas interpretaciones ni podemos jugar a expectativas que no son las que nos hemos comprometido a cumplir.

Por eso, con honradez frente al pueblo, como militante socialista, yo expondré mi pensamiento en el Pleno de mi Partido, y lo haré público después, para señalar lo que a mi juicio deben ser los planteamientos de los partidos comprometidos en la Unidad Popular y en el camino que es la vía chilena, que el pueblo de Chile de acuerdo a su realidad, a su historia, a su tradición, y a su existencia como pueblo ha trazado, para conquistar la Revolución Chilena definitivamente, que abre el camino al Socialismo. (Aplausos).

Por eso de la misma manera, y no es habitual que esto se haga, quiero decir que es un error, lo que hicieron algunos compañeros campesinos: tomarse la Viña Concha y Toro, en la Provincia de O’Higgins. No se trata de que nosotros no queramos aplicar la Reforma Agraria a los viñedos. Se trata de que las viñas no sólo sean la tierra sino que además implican las empresas, la industria. Es el propósito del Gobierno Popular crear una gran empresa nacional de la vid y del vino.

Y por lo tanto, ella debe estar el conjunto, bajo un criterio que permita aprovechar lo existente en producción, para mejorar su calidad, inclusive en algunos sectores hacer lo que hemos dicho que haremos: (¡y lo haremos!) crear las empresas mixtas, pero con mayoría estatal.

Hacer de esos centros, que son Centros Agrarios Industriales, Centros de Reforma Agraria productiva.

Es un error por lo tanto, no entender y crear el espejismo frente a trabajadores campesinos.

Efectuar cambios en función, de la desorientación que puedan tener algunos compañeros, nos puede llevar a perjudicar, lo que tenemos la obligación de desarrollar con responsabilidad técnica y como una expresión de capacidad organizativa.

Por ello, compañeros, quiero también, por último, destacar que una vez más tenemos que enfrentarnos a los enemigos externos y a los enemigos internos.

Para ello, sólo podemos contar con un lenguaje de claridad, de franqueza, de honradez y de autocrítica. Establecer el diálogo franco y categórico, con los que están dentro de la Unidad Popular, para utilizar dentro de nuestras vidas, la más clara e inclusive, despiadada crítica. Al mismo tiempo, el dialogo con los revolucionarios que no están con la Unidad Popular, comprendan lo que es la historia y lo que ella nos enseña y el duro trance que tiene que enfrentar Chile en este instante y que será cada vez más duro a medida que avancemos en el cumplimiento de nuestro Programa.

Sólo cuando la mujer chilena entienda, como tantas veces se lo he dicho, que ella alcanzará su plena liberación en el Gobierno Popular.

Sólo cuando la hermana, la amiga, la esposa, o la compañera, la madre o la hija, entiendan lo que representa la Revolución como expresión de libertad para la mujer, tanto más explotada que el hombre en el régimen, capitalista.

Sólo cuando la juventud sepa que ella será la que en definitiva va a vivir a plenitud el Socialismo y que “no por mucho madrugar amanece más temprano”.

Sólo cuando el hombre de Chile entienda, como lo he dicho tantas veces, que la Revolución es generosidad, sacrificio y entrega de sí mismo a una gran tarea común.

Sólo cuando hay un pueblo con devoción creadora, una juventud con ansias de estudio.

Sólo cuando sepamos amparar al niño y proteger al anciano.

Sólo cuando incrustemos, en la conciencia y en el corazón lo que es la tierra nuestra, el sentido patriótico.

Sólo cuando acentuemos el cariño por Chile, su tradición, su Historia, y su pasado glorioso y el futuro que el pueblo pueda crear.

Sólo cuando un profundo sentido nacional impregne la voluntad revolucionaria del pueblo.

Sólo cuando miremos el destino que sólo podremos conquistar con sacrificio y empeño común.

Sólo entonces tendremos derecho a decir que hemos hecho algo en beneficio de esta Patria nuestra y de la Revolución.

Sólo cuando comprendamos que la batalla revolucionaria la hicieron antes otros pueblos y que se quedaron en el camino, porque la reacción es poderosa.

Sólo cuando entendamos que la fortaleza del pueblo está en su unidad. Sólo cuando el obrero se dé cuenta que la Revolución rompe los esquemas economicistas y le da una dimensión distinta a los valores del hombre.

Sólo cuando el pueblo expresado en comunidad levante en sus manos creadoras la fuerza del progreso, sólo entonces, compañeros de Concepción, tendremos derecho a decir que somos revolucionarios y que hemos gastado nuestra vida, para hacer posible una vida distinta para Chile y los chilenos. (Ovación).