Escrito: Escrita el 20 de
junio de 1899. Se publica de acuerdo con el manuscrito, Enviada de
Shúshenskoie a Podolsk.
Publicado por primera vez: Publicada por primera
vez en 1929 en la revista Proletárskaia Revoliutsia,
núm. 8-9.
Fuente de esta edicion: Editorial Akal, Obras
Completas, Tomo 41
Html: Marxists Internet Archive.
20 de junio.
Hace una eternidad que no le escribo, querida María Alexándrovna; algo me impedía escribir, tal vez en parte porque pensaba que usted vendría aquí. No quiero postergar más esta carta. Vivimos como siempre. Volodia lee con dedicación todo tipo de filosofías (es ahora su ocupación oficial); Holbach, Helvetius, etc. Me burlo de él diciéndole que pronto será terrible hablar con él, porque estará impregnado de filosofía. Ahora no se puede cazar y la famosa escopeta de caza casi no se saca de su funda. Todos los días vamos a bañarnos o a pasear, juntarnos acedera, bayas, etc.; además Volodia recoge todo eso con la pasión de un cazador, y me sorprende ver cómo arranca la acedera con las dos manos. . . Se habla mucho de la caza; piensan ir no sé a cuántos lugares, a uno llamado Cuarenta Lagos donde necesitarían un carro para traerse todo lo que cacen. Eso será después del día de San Pedro. Después de ese día pensamos ir a Minusinsk, posiblemente en vapor; ya tenemos la autorización. Hace poco tuvimos visitas: primero Anatoli con su esposa, después Lepeshinski con su esposa y una nifiita de tres meses. Anatoli tiene muy mal aspecto, es difícil que se reponga, y su esposa está muy deprimida y silenciosa, muy silenciosa. A Anatoli ya no lo ayuda ni siquiera este bendito clima. Los Lepeshinski, en los dos días
Suya, Nadía.