De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1972
Primera edición 1968
(2a impresión 1972)
Tomo III, págs. 203-05.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
LOS DOS DESTINOS DE CHINA[*]
23 de abril de 1945
Camaradas: Hoy se inaugura el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
¿Cuál es la importancia de nuestro Congreso? Debemos decir que es un congreso que afecta al destino de los 450 millones de habitantes del país. Dos destinos se abren ante China. Sobre uno de ellos alguien ha escrito un libro[1]; nuestro Congreso representa el otro destino de China, sobre el cual nosotros también escribiremos un libro[2]. El objetivo de nuestro Congreso es el derrocamiento del imperialismo japonés y la liberación de todo el pueblo chino. Es éste un congreso por la derrota de los agresores japoneses y la construcción de una nueva China, un congreso por la unión de todo el pueblo chino y por la unión con los pueblos del mundo entero, a fin de conquistar la victoria final.
El momento nos es muy favorable. En Europa, Hitler está a punto de ser derrocado. El principal teatro de la guerra antifascista mundial se halla en Occidente, donde la victoria está ya próxima gracias a los esfuerzos del Ejército Rojo soviético. Los cañones del Ejército Rojo ya se escuchan en Berlín, que seguramente caerá pronto. En Oriente, la guerra para derrocar al imperialismo japonés se acerca también al día de la victoria. Nuestro Congreso se reúne en vísperas de la victoria final de la guerra antifascista.
Dos caminos se abren ante el pueblo chino: un camino de luz y uno de tinieblas. A China se le presentan dos destinos: uno radiante, el otro sombrío. El imperialismo japonés todavía no ha sido derrotado. Incluso cuando esto suceda, seguiremos enfrentando estas dos perspectivas: o bien una China independiente, libre, democrática, unificada, próspera y poderosa, es decir, una China luminosa, una nueva
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China con su pueblo liberado, o bien una China semicolonial y semifeudal, dividida, pobre y débil, esto es, la vieja China. La nueva China y la vieja China son las dos perspectivas que enfrentan nuestro pueblo, el Partido Comunista de China y nuestro Congreso.
Dado que el Japón todavía no ha sido derrotado y que seguirán existiendo dos perspectivas incluso después de su derrota, ¿cómo debemos hacer nuestro trabajo? ¿Cuál es nuestra tarea? Nuestra tarea no es otra que movilizar audazmente a las masas, robustecer las fuerzas populares y unir a todas las fuerzas de la nación susceptibles de ser unidas, a fin de que, bajo la dirección de nuestro Partido, luchen por derrotar a los agresores japoneses y construir una nueva China luminosa, una China independiente, libre, democrática, unificada, próspera y poderosa. Debemos luchar con todas nuestras energías por un futuro luminoso, un destino radiante, y contra un futuro de tinieblas, un destino sombrío. ¡Esta es nuestra única tarea! Esta es la tarea de nuestro Congreso, de todo nuestro Partido y de todo el pueblo chino.
¿Pueden hacerse realidad nuestras esperanzas? Creemos que sí. Existe esta posibilidad, porque ya contamos con las siguientes condiciones:
1. Un poderoso Partido Comunista, con una rica experiencia y 1.210.000 militantes;
2. Poderosas regiones liberadas, con una población de 95.500.000 habitantes, un ejército de 910.000 hombres y una milicia de 2.200.000 miembros;
3. El apoyo de las amplias masas populares de todo el país;
4. El apoyo de los pueblos del mundo entero, y especialmente el de la Unión Soviética.
Con estas condiciones -- un poderoso Partido Comunista, poderosas regiones liberadas, apoyo de todo el pueblo y apoyo de los pueblos del mundo --, ¿pueden realizarse nuestras esperanzas? Creemos que sí. En el pasado, China jamás contó con tales condiciones. Es cierto que en los últimos años éstas han existido en alguna medida, pero no se habían manifestado como hoy con tanta plenitud. Nunca antes el Partido Comunista de China había sido tan poderoso, ni las bases de apoyo revolucionarias habían tenido una población tan numerosa ni un ejército tan grande; nunca antes había sido tan alto el prestigio del Partido Comunista entre la población de las regiones ocupadas por el Japón y de las dominadas por el Kuomintang, ni tan poderosas las fuerzas revolucionarias de la Unión Soviética y de
Debemos tener una política correcta. Lo fundamental de esta política es movilizar audazmente a las masas y robustecer las fuerzas populares a fin de que, bajo la dirección de nuestro Partido, derroten a los agresores y construyan una nueva China.
En el curso de sus veinticuatro años de existencia desde su nacimiento en 1921, el Partido Comunista de China ha conocido tres períodos históricos de lucha heroica -- la Expedición al Norte, la Guerra Revolucionaria Agraria y la presente Guerra de Resistencia contra el Japón -- y ha acumulado una rica experiencia. Nuestro Partido se ha convertido ya en el centro de gravedad de la lucha del pueblo chino contra los invasores japoneses y por la salvación nacional, de su lucha por la liberación, de su lucha por la victoria sobre los agresores y por la construcción de una nueva China. En nosotros, y no en otra parte, está el centro de gravedad de China.
Debemos ser modestos y prudentes, prevenirnos contra el engreimiento y la precipitación y servir de todo corazón al pueblo chino, a fin de unirlo para vencer a los agresores japoneses en el presente y para construir un Estado de nueva democracia en el futuro. Siempre que sepamos proceder así, tengamos una política correcta y hagamos esfuerzos mancomunados, lograremos cumplir nuestra tarea.
¡Abajo el imperialismo japonés!
¡Viva la liberación del pueblo chino!
¡Viva el Partido Comunista de China!
¡Viva el VII Congreso Nacional del Partido
Comunista de China!
[1]Se refiere a El destino de China, libro publicado por Chiang Kai-shek en 1943. [pág. 203]
[2]Se refiere a "Sobre el gobierno de coalición", informe que el camarada Mao Tse-tung había de presentar al mismo Congreso. [pág. 203]